martes, noviembre 15, 2011

Aquel billete verde

¿Acaso alguien vio alguna vez un dólar? (Juan D Perrón 1953).

Eso que transcribe el epígrafe fue la respuesta textual de Juan D Perón ante una movida para devaluar el peso creando inestabilidad política.

La frase de Perón queda en el pasado porque desde los años 70, y en particular desde 1976, el dólar fue, desgraciadamente, determinante en nuestras vidas y por eso se apela a su fantasma cada vez que se quiere condicionar al gobierno de turno. 

Y en este punto llego para enfocar el carácter de esta nota que no pretende tanto tratar el aspecto técnico económico del fenómeno, sino el cultural comparando algunas situaciones de nuestros presente, con otras de nuestro pasado, y a su vez con otras de otros países que me ha tocado ver.

Para comenzar voy a hablar de Cuba, país que abrazó el "tri monetarismo" como tabla de salvación a partir de la caída del muro de Berlín y de la desaparición del campo socialista, a lo que ya nos hemos referido tangencial mente en otra nota.


En Cuba rigen tres monedas: el dólar, el peso cubano convertible al dólar y el peso cubano no convertible a los que el folclore popular ha bautizado al primero con el nombre de "fula", con el de "tickete" al segundo, y con el de "chavito" a, tercero.


Los ingresos se perciben en "chavitos", a lo que se suma la libreta de racionamiento que le corresponde a cada ciudadano de la isla, pero buena cantidad de los precios cotizan en "fula" o "ticketes" a lo que los cubanos se esfuerzan en conseguir con miles de estratagemas ingeniosas.


Estando en la isla me enteré de algunas situaciones tales como el caso de una mujer que había sido detenida por habérsele encontrado dólares cuando estaba estrictamente prohibido, cuando al mes se dispuso la libre circulación del billete verde.


No me voy a referir a la necesidad que tuvieron las autoridades cubanas de adoptar una medida de esa naturaleza, mas aún teniendo en cuenta que dos de las principales fuentes de ingresos en la isla son el turismo y los dólares que envían cubanos residentes en el exterior a sus parientes en la isla, pero sí a algunas consecuencias en la vida cotidiana.

La  aparición del turismo y del dólar debilitaron el algún sentido las bases de la revolución

Allí comenzaron a producirse fenómenos destacados como por ejemplo, las frecuentes visitas al Malecón y La Habana Vieja para conseguir el apreciado billete verde por parte de varios sectores de la población.


Es frecuente ver a profesionales calificados dispuestos a trabajar de meseros en La Habana Vieja para obtener propinas en dólares.

Fenómenos como el "jineterismo" han tenido mucho que ver con la difusión del dolar, porque cada dólar es una fortuna para los bolsillos cubanos, y de allí que el billete suela ser requerido.

Es frecuente escuchar a ciudadanos cubanos que terminan creyendo ante los padecimientos propios en el ·self made man" hacer cálculos ingenuos acerca de lo que obtendrían en otros países ignorando absolutamente las cantidades que en verdad se manejan:

* * *
Otro país que observé en cuanto a ese tema del dólar es Brasil  .

Me tocaron ver dos episodios relacionados con ese tema.

Uno fue la subasta y venta de un inmueble del Estado Nacional.

Sucedía que el producto de la venta iba a ser guardado para la adquisición de otro. Como esa operación no era inmediata, el dinero se iba a guardar en un banco no brasileño.

El problema radicaba en como transformar a dólares los reales con que se había vendido  el inmueble porque los dólares, como las divisas en general, en Brasil se adquieren en las Casa de Cambio que no son muchas y están cerca de los hoteles y en las zonas turísticas, por lo que las cantidades no son tampoco excesivas.


El otro episodio lo pude ver con mis propios ojos en el Pelourinhio de Salvador Bahía en época en que acá seguía rigiendo la "convertibilidad" bajo el Gobierno de De la Rúa.


Una  Señora ingresó en una casa de antigüedades pretendiendo pagar con pesos argentinos de entonces..

El vendedor le dijo amablemente que no se lo podía aceptar porque la única moneda que aceptaban era el real.


La Señora insistía, con lo que el vendedor le respondió que si le pagaba con dólares tampoco se lo podía aceptar pero que tal vez se lo cambiaban.

La Señora insistió con que valía "lo mismo que el dólar·" a o que el vendedor le respondió que " eso podía suceder en Argentina, pero no fuera del país"

La Señora "indignada" le respondió "pero si mi moneda es mas fuerte que la suya".

Demás está decir la vergüenza ajena que me producía el episodio.

* * *
Yo vivía en mi infancia y adolescencia las décadas del 60  y  70 con lo que puedo dar fe de cual era el manejo cotidiano con la moneda estadounidense.

Hasta la mitad de los años 70  regía plenamente la frase de Perón : nadie había visto un dólar.

Los dólares integrados a la cultura cotidiana aparecieron desde el "Rodriagazo" , época en que la comunicadora de la derecha  Mrtha Legrand se "indignaba" por la cantidad de turistas brasileños que nos visitaban debido a las diferencias entre la apreciación del peso argentino y el cruzeiro de entonces.(la diva decía que Bariloche se había transformado en "Brasiloche")


Luego Martínez de Hoz con su famosa "tablita" , la  apertura de las importaciones y la hasta entonces inédita posibilidad de viajar al exterior con frecuencia comenzó a instalar el dólar como parte de la vida cotidiana.


Esa "fiesta" de la "plata dulce" terminó abrupta mente cuando el siguiente Ministro de Economía  Lorenzo Sigaut devaluó con aquella famosa frase de "el que apuesta al dólar pierde" ( ese fue el comienzo del deterioro de la dictadura, luego profundizado por Malvinas).

Simultáneo a ese episodio fue la Circular 1050 del Banco Central con la que mucha gente perdió su vivienda.

A partir de allí se instaló una cultura (porque ningún modelo económico es tan sólo económico, sino también cultural y por eso se sustenta).


El dólar significaba la "seguridad", la "estabilidad" , la realidad, yo toda referencia  estaría enfocada en el billete verde.

Quien llevó la cultura del dólar al paroxismo fue Domingo Cavallo con su "ley de Convertibilidad"

Yo personal mente escuché a su colaborador Horacio Liendo decir que lo que sucedía era que "la gente ya pensaba  y actuaba en dólares" y que lo "único que habían hecho era reconocer esa realidad".

También lo escuché decir que el personal mente se dedicó a copiar la "Ley de Conversión " de Carlos Pellegrini y reemplazar al término "oro" por el término "dólar".

Lástima que en la  Argentina conservadora esa medida fue adoptada por un tiempo para salir de la crisis de 1890  y que entonces se tomaba de referencia una moneda que había decidido ser inconvertible.

En el último ciclo de Tato Bores  llamado Good Show se había en cierta ocasión  con,la pluma de Pedro Saborido. inventado una suerte de biografía de Domingo Cavallo, personaje que interpretaba Roberto Carnaghi.

Saborido, un amante de los Beatles, terminaba la historia con Cavallo pidiéndole a Dios, que era interpretado por Marcos Mudstock, que lo transformara para que la gente lo amara.

Terminaba convertido en una especie de John Lennon, se casaba con Yoko Ono, e imponía el trueque como modalidad corriente (¡Que poder de anticipación!).

Parafraseando a Lennon, Cavallo/Carnaghi decía "la vida era eso que pasaba mientras nosotros pensábamos en el dólar".

Esa vieja cultura del dólar quiso volver a imponerse con una corrida por estos días, por suerte no resultó.

Si alguien tiene dudas que se fije como le va a Europa gracias al Euro y a no poder tener política monetaria y como le va a Estados Unidos con el dólar
.













 

No hay comentarios.: