martes, octubre 26, 2010

Leche de Rusia (impresiones sobre el censo y las posturas de algunos)

Venía en el 99 y escucho a dos muchachos jóvenes, "bien trajeados" decir que no iban a participar del "censo kirchnerista:

El otrora relator de "crónicas livianas" Mario Mactas, también escucho que habla del censo del "miedo".

Lo mismo dice Roa de Clarín.

Estoy azorado ante tanta estupidez.

Alguna gente que se ha hecho eco, le abre la puerta alegremente al empleado de Edesur, a pesar de que hacerse pasar por tales ha sido una modalidad deictiva utilizada, que muchas veces en forma equivocada le interrumpe el suministro al vecino por presunta falta de pago, mucho mas cuando cree que el vecino es "ocupa"

He vivido desde chico ya algunos censos.

Los del 70 y del 80, ambos en épocas dictatoriales, el del 90 en época de Ménem, el del 200, durante el Gobierno de la Alianza.

En todos los casos se trató de un trámite de rutina llevado a cabo por un o una docente, que formulaba preguntas bastante standard y previsibles.

En los casos en los que mi madre, docente también. aún estaba presente, los hacía pasar y los atendía con un café, tal vez por solidaridad, por valorar el empeño de quien está destinando el día a esa tarea tan rutinaria y necesaria.

Es tan absurdo explicar la utilidad de un censo ( un ejercicio cuyos mas lejanos antecedentes hay que  rastrearlos en el Imperio Romano) que da vergüenza, sin embargo hay ciertos medios que ns quieren hacer creer que detrás de cada censista hay un potencial asesino o violador.

Esto me recuerda algo que me contó un amigo chileno que sucedía en su país en las épocas en que la Democracia Cristiana y los Conservadores de los barrios "altos" agitaban toda clase de fantasmas para crear el clima necesario que condujese al golpe de estado contra Salvador Allende.

Por entones existían planes maternales que el Gobierno de la Unidad Popular destinaba a los barrios mas humildes.

La Democracia Cristiana le ordenaba a sus militantes pintar estadios y paredes en general con la lecho que debía recibir los necesitados aduciendo que se trataba de "leche de Rusia".

Es lo que parece suceder ahora. En el ánimo por boicotear se llega a boicotear hasta lo que es evidente e imprescindible.

Hoy en Argentina como entonces en Chile:

Si se hubiese tratado de "leche de Rusia" igual alimentaba a los mas humildes, si se trata de un censo "kirchnerista" igual aporta datos imprescindibles para cualquier gestión