domingo, octubre 11, 2009

Diez pesos, cien pesos, y la ley de servicios audiovisuales

No puede ser que los salarios suban por la escalera, y los precios por el ascensor (Juan Domingo Perón)

 
Fue aprobada la ley de servicios audiovisuales, y se ha hablado en este y en otros blogs extensamente del tema.
Pero antes de que el repiqueteo de los bombos se apague, sería prudente realizar algunas reflexiones:
La primera es que esto ha sido importante, y no hay que minimizarlo, pero que el día después no implica que todo vaya a cambiar mágicamente.
Aún con esta muy buena ley, sabemos que los monopolios acudirán a estrategias mas sutiles, pero no perderán poder, ni tampoco van a cesar de dar batalla en todo el período que falta para su total puesta en práctica.
En segundo lugar lo que cabe analizar es hasta donde tienen que llegar los festejos, y no perder sentido crítico ya que todo lo que se critica no es fruto de TN y del enemigo.
Voy a lo siguiente:
¿Cómo es posible que agrogarcas varios, en algún momento y Pino Solanas en otro, con discursos evidentemente distintos hayan convocado al consenso de públicos similares, o lo que es peor De Narváez a los mas humildes?
Sucede algo que se observa cotidianamente y que no se puede esconder.
Hace aproximadamente tres años diez pesos se iban rápidamente, cien pesos tardaban un tanto mas en gastarse.
Hoy se advierte que con un billete de cien pesos sucede lo que entonces sucedía con los de diez, y los ingresos no aumentaron diez veces, ni siquiera cinco veces.
Tampoco se ha producido ( al menos no se advierte desde el punto de vista cotidiano) un aumento significativo en la prestación de servicios gratuitos que alivien la realidad de la mayor parte de los hogares.
Ha sucedido, eso sí, que las tarifas de los servicios se contuvieron, pero esa contención amenaza con terminar.
La flexibilidad laboral prosigue, y en la mayor parte del sector privado es extrema.
Este proceso ha sucedido en su mayor parte en la època de "vacas gordas" y la conjugación de todos estos factores hacen pensar en una redistribución regresiva del ingreso.
Si ciertas buenas iniciativas en materia de derechos humanos, y de política exterior, no están acompañadas por un proceso de redistribución de la riqueza progresivo, mas allá de una continua declamación alrededor del tema, es muy probable que la confusión sea mayúscula y que cualquiera que "proteste" sean éstos los agrogarcas u otros sectores de derecha canalicen el descontento.
Negar no es la mejor estrategia. Si la ley de servicios audiovisuales apunta a redistribuir las voces,no nos tenemos que olvidar que Clarín no es el único monopolio.
Metrogas, Telecom, Telefónica, Edsur, Edenor también lo son