viernes, septiembre 11, 2009

Llora por una sombra


Es tema en todas partes la remasterización de los 14 álbumes de Los Beatles, por lo que vuelven a ser comentario, y noticia como siempre.

Me pregunté, entonces, en medio de tantos homenajes y recuerdos, cuando ya todo parece dicho, ¿Cómo no ser trillados?

Para eso nos situamos en Hamburgo en 1961.

Los Beatles habían llamado la atención de algún productor que los contrató como banda soporte del cantante Tony Sheridan.

Allí en Hamburgo una banda formada por dos estudiantes de arte (John Lennon y Stu Sutchcliffe), dos casi adolescentes que eran ya vocacionalmente músicos (Paul Mc Cartney y George Harrison),y un simple muchacho de Liverpool (Pete Best), se encuentran con algunos personajes que van a tener influencia en su rumbo posterior.

En el Star Club de Hamburgo compartirán cartel con la banda de Rory Storm, y trabarán amistad con su baterista Richard Starkey, que actuaba bajo el seudónimo de Ringo Starr y ocasionalmente reemplazaba a Pete cuando éste faltaba.

También conocerán al piansta Billy Preston, que luego los acompañaría en Let it be, y a algunos "exis" alemanes que eran una tribu germana que se identificaba con el existencialismo (ellos mismos en su nombre jugaban entre "beat" y "beetle", o sea entre escarabajo y cierta alusión a los "beatniks" y la "beat generation").

Entre esos "exis" estaban la fotógrafa Astrid Kircheer que se enamoró de Stu y Klaus Vorman que colaboraría con el cuarteto ya famoso luego en la tapa de Revolver.

Los "exis" solían peinarse con flequillo, y ese fue el origen del aspecto que adoptaron mudando del original look rockero de los cincuenta.

Allí en Hamburgo grabaron el tema del video "Cry for a Shadow" (Llora por una sombra).

El sugerente y poético título es, sin embargo, una ironía, ya que el estilo de la canción está influido por un grupo inglés de moda en ese momento llamado The Shadows que acompañaba al cantante Cliff Richards, pero que también se destacaba por sus números instrumentales.

En particular era muy reconcible el estilo de su guitarrista Hank Marvin, una gran influencia luego en Mark Knophler, Pete Townshend y Carlos Santana entre otros.

Es un estilo limpio y elegante imitado por George Harrison a la perfección en este tema.

Esta canción es la única colaboración autoral entre Lennon y Harrison, y muestra la calidad del cuarteto de Liverpool como instrumentistas que algunas veces, injustamente, se puso en duda.

Es imaginable como estos chicos revoltosos, lograban hacer un alto para tocar esta pieza.

Se trataba de cuatro adolescentes dispuestos a vivir la vida, que, por entonces, como buenos existencialistas con cierto toque frívolo, no pensaban en el futuro.

No sabían que iban a generar, pero, si se escucha bien, ya casi todo estaba allí ¿A ustedes qué les parece?