domingo, febrero 15, 2009

El libro de pases está abierto (sobre Felipe Solá y su alianza con Macri y De Narváez)





















Segual (Minguito Tinguitella)










Se anuncia el acuerdo entre Solá Macri y Duhalde, nadie se indigna ni se conmueve, como parecían indignados y conmovidos con el episodio de Borocotó

¿En donde estriba la diferencia?

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Pensemos un poco en la historia, en el pasado.
A Perón, siempre se lo acusó de albergar un espectro demasiado amplio en su movimiento, y de variar táctica y discursivamente en forma igualmente ampla y contradictoria.
Pero eso nunca fue gratuito. Pensemos que su promesa de "Patria socialista" (o la mera insinuación de esa promesa) y su "incumplimiento", derivaron en un agudo enfrentamiento no excento de tragedias como Ezeiza, o la represión posterior a su muerte.
Ménem, por el contrario, dijo una cosa en la campaña electoral, hizo otra en el Gobierno, y eso no generó ningún conflicto importante.
A partir de allí muchos de los que acompañaron a Ménem, acompañan a Kirchner, y también lo hicieron con Duhalde, en nombre de la globalización, o abjurando del "neoliberlismo".
Sus cambios nunca les hicieron perder votos, y cuando perdieron posiciones fue por circunstancias puntuales que nada tenían que ver con un cambio de línea o de lealtades.

Hay circunstancias que ham cambiado notoriamente desde los 90.
Los Partidos Políticos se han debilitado, y sólo conservan una sobrevida formal.

No hay "cuerpos orgánicos", "pleanrios de militantes", "asambleas" o "convenciones" que vayan a impugnar la postura de líderes o candidatos. La "política de alianzas" la decide el candidato con chances en solitario.
Por otra parte la realidad se vive de manera secuenciada y fraccionada, o al menos así la pintan los medios, por lo que nadie analiza la coherencia, ni los antecedentes de nadie, salvo en forma selectiva y cuandole conviene a alguien.
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Felipe Solá es un ejemplo elocuente.
Durante los 80 coqueteaba con el grupo Unidos, con lo que a posteriori daría lugar al Frente Grande.

Por aquellos años trabajaba en un Centro de Estudios llamado CISEA, hegemonizado por la U.C.R.

Se dice que entonces bromeaba diciendo que " el tenía todo arreglado con su mujer de entonces que era radical", y que "los radicales nunca iban a echarlo porque necesitaban una pata peronista".

Esa astucia le sirvió para ser Secretario de Agricultura de Ménem, funión en la que duró a lo largo de los dos mandatos del Ex Presidente.

Cierta vez reporteado por el Programa Caiga quien Caiga, cuando le preguntaron cual era el secreto para sobrevivir todo ese tiempo respondió "simpáticamente" "Hacerse el boludo".
Integró la fòrmula triunfante en la Provincia de Buenos Aires en 1989 como su término "progresista" ya que el conservador era supuestamente Ruckauff (antes "presentable" y "progresista" en otra fórmula para equilibrar a Ménem) .
En 2001, ya tras la evacuación de Ruckauff hacia la Cancillería, Solá debió asumir la gobernación de la Provinicia.
Entonces devino en Duhaldista, y luego Kirchnerista, aunque nunca obtuvo la confianza del Ex Presidente.
En materia económica, sin embargo, mantuvo al elenco estable que venía gestionando la Provincia desde la gobernación de Antonio Cafiero, y que hoy acompaña al Ministro de Economía Carlos Fernández, mientras que en otras áreas puso el guiño moderadamente hacia la izquierda.
El elenco económico fue desplazado por Scioli, quien optó por variantes mas "lópezmurphystas"

En Seguridad, por ejemplo, designó en un primer momento a juan PAblo Cafiero, quien fue secundado por Marcelo Saín, y luego a León Arslanian.

Esto evidenciaba, con sus matices, una línea de tratamiento del tema, limitando los omnímodos poderes de la Policía provincial y su complicidad con el delito.

Scioli, vino a deshacer todo eso, y De Narváez lo criticó siempre, ambos esgrimiendo la consigna de la "mano dura".

En Educación, en su último período, nombró a Adriana Puiggros, quien tuvo una política de acercamiento al gremio docente, y quien también buscó transparentar la gestión con la designación de Secretarios Técnicos en los Consejos Escolares.
Scioli, reinstalando en su puesto a Mario Oporto, buscó deshacer esos avances.
Sorprendió en su momento que Kirchner no apoyara la reelección de Solá, y que optara por una alternativa como Scioli que según todos los observadores parecía estar a su derecha.
Después la historia conocida, la Resolución 125, la "diferenciación", el "voy a donde me llamen" y finalmente el "joint venture" con Macri y De Narváez.

Pero entonces ¿en que quedamos? ¿Quién está a la izquierda, quién a la derecha?

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Volvemos al principio:

Para cierta opinión Borocotó es un traidor, y no lo es Solá.
El pase de Ocaña no mereció reprobación porque se hizo en un momento en que Kirchner se hallaba en el apogeo de su popularida.Tampoco el de Cobos que para los medios que fue algo así como un héroe cívico.
Y lo que es mas importante Lousteau, Prat Gay y Lavagna siempre fueron socios. Cada cual juega hoy en distintos palos.
En el caso particular de Lousteau fue el autor de la cuestionada Resolución 125 y hoy está con Solá que se comenzó a diferenciar del gobierno atacando a la cuestionada norma, Prat Gay está con Lilita, Lavagan con los radicales siendo peronista, y sus discípulos en el Ministerio de Economía.
Conclusión: El Libro de pases está abierto y nadie es tan distinto al otro.
El pueblo hace catarsis y vota al que cree que es el otro, y en medio de todo ésto una pregunta.
¿Por qué tanto despelote con Borocotó?