sábado, diciembre 20, 2008

Reflexiones y algún paralelo a 25 años de democracia





















Hemos hablado mucho de la post-dictadura en estas páginas.

¿Estamos mejor o peor que hace 25 años? ¿Que nos queda por delante?

Son preguntas que vuelven una y otra vez.


Empecemos por analizar eso de que los años de democracia son 25 y no mas ¿Que quiere decir eso que nunca antes hubo democracia en la Argentina? ¿Que la historia republicana se inició en 1983?

En algún sentido fue así pero sólo parcialmente.

Porque, para no entrar en honduras podemos decir que desde la sanción de la Constitución en 1853, el órden constitucional sólo se interrumpió entre 1860-62 ( a raíz del proceso de incorporación de Buenos Aires a la Repúíblica Argentina), pero hasta 1930 se respetó la elección de autoridades, el cumplimiento de los mandatos en la mayor parte de los casos, y la existencia de tres poderes.

Sin embargo, hasta la sanción de la Ley Saenz Peña (1914) que consagró la existencia del sufragio universal, las elecciones siempre habían sido fraudulentas, y aún a partir de esa fecha, el fraude no dejó de existir en el interior del país.


Desde otro punto de vista también es cierto que en todos los gobiernos anteriores a 1983, con la salvedad del breve período de Héctor J Cámpora en 1973, siempre existieron proscripciones, persecuciones, torturas, asesinatos políticos, y/o desapariciones (nos estamos refiriendo desde el Estado porque en el período de Cámpora también hubo asesinatos perpretrados por grupos fascistoides contrarios al Presidente).

Lo dicho en el párrafo anterior incluye los gobiernos de Hipólito Yrugoyen y Juan Domingo Perón. Del primero se recuerda en especial la Semana Trágica (aunque siempre se la atribuyó al Congreso de Mayoría Conservadora) y la Patagonia Rebelde.

Del segundo los encarcelamientos de opositores, especialmente comunistas, entre 1946 y 1955, y la desaparición del médico Juan Ingalinella, (era famosa la Sección Especial de lucha contra el comunismo encabezada por los comisarios Lombilla y Amoresano). En 1973/4 durante su último mandato se intervinieron violentamente distintas provincias, y comenzó a actuar lo que tras su muerte se conocería como Triple A.

De todas formas, estas acciones represivas no son en nada comparables con las ejercidas por distintos gobiernos dictatoriales, en especial con la dictadura de los años 76/83.

Desde 1983 ha habido muertos en manifestaciones, una desaparición como la de Julio López, y diversos intentos por consagrar la impunidad de los terroristas de Estado, pero desde entonces no hubo proscripciones, ni persecuciones sistemáticas, la sociedad ya no lo tolera.

Desde ese punto de vista se puede decir que es el primer periodo de continuidad democrática que ha existido en el país.

Ahora bien : ¿Estamos mejor o peor que antes? a lo que agregaría ¿Goza la democracia de buena salud?

No hace falta ser tedioso para demostrar que desde el punto de vista de como vivimos, de cuales son nuestras expectativas podamos decir que estamos mejor.

Del país del 5% de desocupación pasamos a la desocupación de dos dígitos.

Cuando hay mas ocupación es a partir de trabajo flexible y en "negro".

De la educación pública de relativa calidad, pasamos al deterioro de la escuela y de la Universidad, y a la progresiva privatización de la enseñanza.

En el caso de la Capital, pasamos de la Ciudad que nunca duerme, a esa otra ciudad, en la que puede que un asalto violento, y por nada, nos impida hasta volver a nuestra casa, aunque ese grado de "inseguridad" no sea el que los medios pretenden reflejar.

De ser el país con mas clase media de América Latina, pasamos a nivelarnos hacia abajo con los otros países del continente, en un proceso de ahondamiento insultante de las difrencias sociales.

Argentina pasó ser el país de los countries y Puerto Madero por un lado, y de la vieja y la nueva pobreza por el otro.

El sistema de seguridad social se desmontó de una manera tal, que ni la mas feroz dictadura militar pudo hacerlo, casi sin resistencia.

El Patrimonio Nacional se malvendió ante la complacencia de la mayor parte de la población, que luego se quejó amargamente de las consecuencias del operativo.

La burocracia sindical, sin embargo, sobrevivió a todos estos avatares, no obstante el despretigio acumulado, a lo que se sumó el creciente desprestigio de la clase polítca.

Sin embargo, aún en los peores momentos de crisis, la salida militar no le pasó por la cabeza a nadie ¿Por qué?

Por dos motivos:


El primero es que ha sido innegable la tarea de concientización desarrollada por los organismos de derechos humanos, en particular por las Madres de Plaza de Mayo.


Su persistencia a lo largo de los años pusieron a los represores en su lugar en la conciencia colectiva, a la que no obstante las tentaciones autoritarias, no le queda ningún resquicio para albergar a la Teoría de los dos demonios.

Rodriguez Saa en su fugaz y brevísma experiencia, Krichner y Cristina en la actualidad han decidido cooptar a los organismos de derechos humanos, accediendo a demandas largamente postergadas, pero cuya justicia ya nadie podía cuestionar.

Pero no es la única razón.

La otra es que la dictadura del 76/83 fue una dictadura perdidosa.

Malvinas fue la fiel demostración del fracaso de las Fuerzas Armadas como institución que se revelaron ineficaces para el fin declarado que perseguían como tales.

Hay otros perdedores también.

La salida guerrillera se reveló asimismo ineficaz.

El ERP quedó diezmado, y no se recicló en ninguna experiencia democrática salvo por fragmentos dispersos, o por patéticos intentos de sobrevida como el copamiento del cuartel de La Tablada.

Los Montoneros ¿resultaron ganadores?

Algunos creen que sus cuadros nos gobiernan, pero lo que fuera la conducción político-militar de esa organización está condenada al ostracismo e imposiblitada en los hechos de generar acciones políticas

Firmenich,Vaca Narvaja, Perdía, hoy son nombres que no generan ningún consenso.

Los que han llegado al gobierno, o tienen actuación política, son aquellos que claramente pertenecían a la superficie de aquel movimiento, salvo excepciones.

Allí hay representantes del ala política como Nilda Garré, o Carlos Kunkel, ex miembros destacados de la JP como Dante Gullo, y algún caso de miembro de mas rango dentro de la organización como Miguel Bonasso, pero todos ellos referentes públicos mas que netos conspiradores clandestinos.

El modelo mas acabado de "triunfador" dentro del sistema después de haber sido prominente Montonero es Rodolfo Galimberti (de quien hablamos en otro post) pero de todas formsa se trata de alguien que en algún momento pretendió diferenciarse del extravío militarista eligiendo el repliegue como táctica.

Los partidos tradicionales ¿Han ganado o perdido?

Se han desmembrado en tanto partidos, no hay duda, pero persisten en el imaginario popular como las dos opciones casi exclusivas a pesar del "que se vayan todos".

Para todo el mundo Carrió es radical aunque no esté afiliada a la UCR, y Kirchner es peronista aunque el conglomerado que lo apoya exceda el PJ.


¿Hay gandores en todo ésto?

La concentración de la riqueza nos indica lo propio, de eso no hay duda.

Los empresarios que se escudan en el anonimato y se disfrazan de "los mercados" son los ganadores de este sistema, lo son los banqueros, los que hacen negocios en el país y con el extranjero.

Los políticos, entre tanto, parecen formar otra corporación como lo fueran los militares.

Mientras que aquellos se consideraban "anteriores a la Patria misma" éstos se autoproclaman "padres de la democracia" como Alfonsín, o "luchadores de la resistencia" como tantos miembros del gobierno actual y de los anteiores.


Entre tanto el pueblo va perdiendo poder adquisitivo, va perdiendo posibilidades de todo, pero quiere seguir creyendo que el éxito individual es posible, y esta ilusión es eficaz, como lo fue el terror que la precedió para sostemer polítcas en forma pacífica que para imponerse antes necesitaban baños de sangre.


A 25 años de la Segunda Guerra Mundial en Europa resonaban los ecos de Mayo del 68. Está por verse si nosotros como sociedad podemos generar un acontecimento superados como lo fue aquel para hacer justicia con aquel terrible pasado con el que terminamos al iniciar la etapa actual.
Nuestro Mayo, consistiría en ser verdaderamente democráticos, pero no sólo votando cada dos o cuatro años, sino distribuyendo la riqueza como corresponde, pero que la muerte no sea ni aquella súbita de los campos de concentración, ni esta otra lenta de la exclusión