miércoles, diciembre 26, 2007

Navidades militares




Las navidades de la dictadura fueron, como dijéramos en el post anterior, tristes para algunas familias, que año tras año encontraban algunas sillas vacías.

Otras vivían como ausentes de lo que sucedía, aunque se podía advertir que las fiestas iban gradualmente perdiendo el espíritu tradicional que las caracterizaba.

La adolescencia, sobre todo, había perdido la calle. Ser adolescente y transitar de noche por las calles porteñas podía ser peligroso, sobre todo si el aspecto que se ostentaba no era del agrado de las autoridades castrenses.

Pero, si bien eso era lo que se advertía en la vida cotidiana, el. plan de Martíenz de Hoz producía un embobamiento similar al que después produjo Cavallo, mientras la deuda externa del país aumentaba exponencialmente y la participación en el ingreso de los trabajadores se iba progresivamente perdiendo.

No obstante ello, cerca de la Navidad de 1977 trabajadores telefónicos y de Luz y Fuerza decretaron sendas medidas de fuerza.

La consecuencia fue una retahila de despidos, y, por supuesto, algunos secuestros y asesinatos.

Hay fiestas de esos años que se recuerdan especialmente.

La navidad del 78 fue especialmente agitada.Las delirantes dictaduras de ambos lados de la Cordillera estaban dispuestas a ir a la guerra.

Nuestra dictadura iba a iniciar las hostilidades el 22 de Diciembre a las 10 de la noche.

Ese año,1978, había sido el año del Mundial, la dictadura pretendía que fuera el año de la guerra.La mediación papal através del Cardenal Samoré y de su famosa frase "veo una lucesita", evitó la contienda.La sociedad argentina no deseaba la guerra.

La dictadura militar se jactaba de haber "ganado la paz" (tal era el título de un film propagandístico que se emitía por esos años), salvo algunos espíritus bélicos de las Fuerzas Armadas, y su correlato reflejado en algún taxista bélico seguro de no ser jamás convocado para combatir.Ese año la copa se levantó con alivio tras superar la pesadilla.

En la Navidad del 80 circulaban rumores de devaluación que concluyeron finalmente a comienzos del 81 dando fin a la "plata dulce"

Esa misma Navidad en un recital de los Jaivas en el Estado de Obras Sanitarias se recordaba a Violeta Parra y a Pablo Neruda.

El público abrazado al final entonaba "Seamos amigos, seamos hermanos", era la necesidad de ver la famosa"lucesita" , que no se advertía entre tanta noche.

La Navidad del 81 estuvo plagada de rumores inquietantes que se confirmaron meses después con la Guerra del Atlántico Sur, también fue el mes en que apareció muerta la militante trotskysta Ana María Martínez, luego de que la etapa mas aguda de la represión parecía haber sido superada.

Días antes de la Navidad de 1982, el 16 de Diciembre mas concretamente, la Multipartidaria había marchado a Plaza de Mayo.La represión de ese día concluyó con la muerte del obrero metalúrgico Dalmiro Flores.

Las marchas que en solitario habían organizado las Madres de Plaza de Mayo comenzaban por entonces a tener mas concurrentes. Allí se inició la costumbre de cerrar el año con la marcha del día internacional de los derechos humanos.

La Navidad del 83 ya fue celebrada bajo un gobierno democrático. Faltaron unos días (fue recién en Enero), para que se sancionase el decreto que iniciaba el juicio a las Juntas dando por tierra la autanmistía declarada por la dictadura militar.

En ese Juicio un testigo contó que estando cautivo en la ESMA, y tras torturar y asesinar a varios de sus compañeros, los marinos de la Institución se acercaron a desearle Feliz Navidad.

Mejor postal que esa del sadismo de fin de año argentino no puede haber.