viernes, octubre 05, 2007

Tiempos desangelados (Sobre un artículo publicado por Maristella Svampa acerca del compromiso intelectual y la actualidad)


Vivimos tiempos desangelados, descafeinados, edulcorados. Tiempos carentes de pasión, tiempos, en definitiva carentes de compromiso.
¿Se debe a la bonanza económica? ¿Son tiempos pacíficos?.
No lo parece.
La violencia social se ha incrementado exponencialmente. Aún sectores poco afectos a la violencia observan en muchos casos conductas agresivas, pero no vinculadas con la lucha por un orden mas justo, sino por sobrevivir en el orden presente a como de lugar.
Parece una "guerra de primates", en donde cada cual desde su árbol libra su batalla conformando alianzas inestables y cambiantes.
¿Cuál es el rol del intelectual en este contexto? ¿Existe el intelectual comprometido?
Es la pregunta que pretende responderse Maristella Svampa, en un artículo publicado en su blog y en Revista Ñ, que comienza a enunciar un tema al que todos parecen rehuirle, iniciando de esta forma lo que podría ser un fructífero intercambio de ideas al que pretendemos sumar nuestro humilde aporte.
¿Cual es básicamente el punto de vista sustentado por Svampa?
En primer lugar la autora detecta un conflicto entre la "academia" y el "compromiso político", resuelto según su parecer a favor de la primera a partir de los años 80.
A esta resolución le encuentra Svampa un aspecto positivo, dice textualmente:
"Para comenzar, hay que reconocer que la excesiva profesionalización de las ciencias sociales registrada a partir de los ´80, fue también una respuesta a la sobre-ideologización imperante en el campo académico latinoamericano entre los años 60 y 70".
Amén de lo expuesto en el párrafo anterior agrega a continuación lo siguiente:
"Sin embargo, esta realidad no puede llevarnos a incurrir en el error de tantos investigadores consolidados, actores políticos de épocas pasadas, que hoy tienden a clausurar el debate, descartando cualquier imbricación entre lo político y lo académico. Con la mirada fija en el pasado trágico que les ha tocado vivir, pero poco atentos a los cambios operados en la sociedad actual, algunos tienden a confundir el destino personal con el devenir general de la sociedad, obturando la posibilidad de pensar los nuevos desafíos que plantea el presente".
Digamos aquí que en este blog hemos tratado en reiteradas ocasiones el punto enunciado, no sólo respecto de intelectuales, sino también respecto de otros personajes, otrora "revolucionarios", devenidos "triunfadores del sistema", en un contexto mucho mas injusto de aquel en que "armas en mano", pretendían "hacer la revolución" .
Si bien considera Svampa positivo el movimiento hacia el academicismo en punto a conferir cierto rigor del que carecían las "investigaciones militantes" de los años 60 y 70, no deja de observar el fenómeno con preocupación ya que
".. la inflexión academicista favoreció la multiplicación de otras figuras del investigador-intelectual, como modelos “legítimos” del saber, que siembran de manera sistemática un manto de sospechas sobre cualquier investigación que reflexione desde un posicionamiento militante".
Empieza a observar, entonces, un movimiento reactivo respecto de este fenómeno cuyo punto de inflexión sería en nuestro país el año 2001,dando paso al surgimiento de diversos tipos de intelectuales.
La primera de las tipologías que observa Svampa es la del "intelectual militante", que se encuentra vinculado a las organizaciones sociales, del que sin embargo señala críticamente que :
"el intelectual militante suele convertirse en un activista a tiempo completo, cuyo nivel de involucramiento dificulta una reflexión crítica"
Advierte entonces otros tipos a los que descarta críticamente tales como:
1) El "asesor experto", también llamado "técnico", el que al decir de Pierre Burdieu forma parte de la "nueva nobleza empresarial y política". Es el caso del intelectual que asumiría una pretendida "neutralidad" aséptica y "a-ideológica". Huelga decir que este, en términos Gramscianos no sería otra cosa que el "intelectual orgánico", aunque esto dicho entre nosotros, muy lejos en cuanto al nivel de Benedicto Crocce, o de todos los que a Gramsci le inspiraron esa calificación.
2)El intelectual intérprete. Conceptualización realizada por Zygmunt Bauman, caracterizado por el "pensamiento modesto", sin "pretensión legislativa".
Este modelo de intelectual incurre en análisis "microsociológicos" y termina en posturas meramente oportunistas en muchos casos.
3) Luego toma de Richard Rorty la definición de "intelectual ironista", como el de
"aquellos investigadores-intelectuales que adoptan como principio epistemológico y político la distancia irónica y provocativa respecto de la realidad social, proponiendo de entrada la imposibilidad de una articulación entre investigación académica y compromiso militante. Así, lo propio del ironista es que rechaza toda posibilidad de intervención, acantonándose en un modelo epistemológico-narcisista en donde convergen escepticismo político, capacidad histriónica y palabra destituyente".
Esta clase de intelectual se advierte sobre todo en países como México o Brasil que dado el tipo de sociedad jerárquica que poseen hace que el intelectual crítico posea una extracción de clase de nivel alto.
4) Finalmente propone Svampa un modelo de intelectual "anfibio" que definido en sus propias palabras sería propuesto como un articulador entre los modelos academicista y militante de manera tal que pueda integrar ambas realidades :
"Porque a la manera de esos vertebrados que poseen la capacidad de vivir en ambientes diferentes, sin cambiar por ello su naturaleza, lo propio del investigador- intelectual anfibio consiste en desarrollar esa capacidad de habitar y recorrer varios mundos, generando así vínculos múltiples, solidaridades y cruces entre realidades diferentes. En este sentido, no se trata de proponer una construcción de tipo camaleónica, a la manera de un híbrido que se adapta a las diferentes situaciones y según el tipo de interlocutor, sino de poner en juego y en discusión los propios saberes y competencias, desarrollando una mayor comprensión y reflexividad sobre las diferentes realidades sociales y sobre sí mismo."
Señalado todo lo anterior pasamos a exponer nuestro punto de vista.
LA SOMBRA DE ARTISTÓTELES.
Campea entre nosotros una concepción según la cual la verdad se hallaría en un presunto "justo medio" equidistante entre dos posturas extremas.
Ese espíritu "centrista" ha reaparecido una y otra vez especialmente en nuestro país, tal vez como una reminiscencia del pensamiento aristotélico que nos llega por conducto de la Iglesia Católica.Esto dicho con todo el respeto que me merece la autora de la nota comentada, y, entendiendo que todos los que vivimos en la sociedad argentina así seamos agnósticos o ateos, habitamos una cultura impregnada por el pensamiento católico.
Las manifestaciones de ese criterio"centrista" han sido diversas en nuestra historia, la mas significativa tal vez, ha sido la sustentación de la "teoría de los dos demonios" que equiparaba los desatinos político militares de las organizaciones guerrilleras con los crímenes de lesa humanidad de la dictadura durante la 70.
Las posiciones "centristas" suelen ser formuladas a posteriori de las postulaciones presuntamente extremas, lo que no significa que en diversas ocasiones esa sea la postura correcta habida cuenta de que la vida suele ser matizada e "intermedia", y no "extrema".
Sin embargo no siempre es así por lo que conviene atender a la singualridad de cada situación.
Procede ver entonces si en este caso corresponde tal formulación.
FUERA DE LA VANGUARDIA O EVIDENTE PANFLETO.
Una de las mas hermosas canciones de Silvio Rodriguez llamada "Playa Giron" se plantea como realizar una poesía épica que se halle "fuera de la vanguardia o evidente panfleto".
Alli parece encontrar Silvio el ideal de lo que el considera la "ars poética".

Si esa es la preocupación de Marsitella Svampa, esto es, no incurrir ni en el academicismo vacuo ni en el panfletarismo maniqueo, la misma es valida.
Sin embargo resulta atinado realizar alguna observación, ya que según la opinión de este sitio, la opinión de Svampa podría dar lugar a suponer que el "rigor" científico se encuentra del lado de la "academia" y que la "improvisación" se encuentra del lado de la "militancia".
Al menos eso parece sugerirse

UNIFORME,CASACA,CAMISON.

En una deliciosa novela llamada "Uniforme, casaca, y camisón", Jorge Amado narra la lucha de dos miembros de la Academia de letras para evitar que la institución sea presidida por un académico militar de ostensibles simpatías nazis.
La ficción demuestra que la academia es un lugar donde se disputa poder, y que ese poder determina el saber.
Michael Foucault refleja eso en su libro "La verdad y las formas jurídica" en el que encuentra dos formas de validacion de la verdad en los procesos judiciales.
De un lado la encuentra en los criterios de verdad que surgen a partir de la "ordalia", la verdad que surge de quien triunfa en la contienda, la verdad que surge de la "centella que produce el choque entre dos espadas" al decir de Nietzche.
Del otro lado la Focuault habla de la verdad a partir de la "indagación", la verdad que se produce según el proceso que hasta nuestros días se llama "inquisitivo" por provenir justamente de la Inquisición.
Este segundo criterio pretende que no existen los intereses de los sujetos del conocimiento, sino que confiere una cierta pureza al método y las conclusiones que adopta determinada institución investida del poder suficiente. Tal el caso de la Iglesia, una Academia de Ciencias, o un Partido político.
Este método, por curioso que resulte, es el que ha inspirado a las ciencias experimentales, y a otras deductivas como las matemáticas.
Es que los detentadores de poder lo hacen de manera cada vez mas sutil, logrando dotar a sus conclusiones de una pátina de "neutralidad" y de "objetividad". O sea, logran transferir al "objeto" sus propios intereses.
Es cierto que el modelo cognoscitivo de la ordalía le confiere razón al vencedor de la contienda, pero ello no le impide al "derrotado" a seguir librando su batalla en pos del sentido común social.
Concluyo así provisoriamente esta nota con mas dudas que certezas, aportando mi pequeño grano de arena al debate.
Pienso, eso sí, en tantos "técnicos" nos han llevado al desastroso estado de cosas en que nos encontramos, y en intelectuales tales como Noam Chomsky, Immanuel Wallerstein, o el recientemente fallecido André Gorz que han buceado para encontrar las potencialidaes transformadoras de estos tiempos desangelados