miércoles, noviembre 22, 2006

El gran provocador (D´Elía, Irán, las cuentas pendientes y las contradicciones)


Hay personajes que suelen "dar la nota".

Las personas de cierta edad recuerdan al inefable Guillermo Patricio Kelly, quien fuera alternativamente aliado del peronismo y anti peronista, anti semita y pro Israelí, pero siempre macarthista.

En los anales históricos, y en el otro extremo del arco ideológico se recuerda al militante trotskysta Liborio Justo, hijo del Presidente conservador Agustín P Justo, quien se valía de su estado filial para irrunpir en el Congreso Nacional y armar ingentes escándalos.

Mas cerca de nosotros recordamos a César Jaroslavsky o Luis Barrionuevo, quienes con sus guarangadas y actitudes oficiaron alternativamente de "alter egos" de Raúl Alfonsín y Carlos Ménem.

Hay muchos mas, pero el rasgo común de todos éstos personajes (decimos bien "personajes" y no personas, porque ese es el rol que asumen) es la provocación.El mismo Menem, solía ser un provocador mientras desempeñaba la primera magistratura.

En estas notas pretendemos referirnos a la "provocación" del modo mas ascéptico posible sin ubicarla en el terreno de los virtuoso o de lo vicioso, sino simplemente caracterizándola.

El provocador suele ubicarse en el terreno de la "inimputabilidad", y desde ese terreno suele expresar "verdades" del modo mas descarado, o, realizar acciones en consecuencia.

Por supuesto que los provocadores no son "inimputables", sino plenamente concientes de lo que dicen o hacen, y logran suplir con ese rasgo otras carencias que poseen

A veces la provocación produce un efecto movilizador, generando el debate de los tópicos que se quieren ocultar, otras veces desvía el eje de las discusiones, cambia la agenda, y produce el efecto de ocultar otra cuestión que aquellos que envían al provocador a realizar sus provocaciones,(o el mismo provocador) desean esconder.

Luis D´Elía se viene desempeñando en el último tiempo como un provocador que alternativamente ha asumido diferentes roles.

Ha sido un político del sistema, no obstante lo cual siempre proyectó una imágen antisistémica.

Siempre fue su preocupación la inserción dentro del sistema polítco, desde su larga militancia en le Democracia Cristiana, pasando por su puesto de diputado por el FREPASO, hasta su participación en el gobierno de Néstor Kirchner.

Como dirigente social, inició su actividad como líder de los asentamientos del Partido de La Matanza, y luego transformó a ese movimiento en un movimiento piquetero sin abandonar el objetivo anterior.

El gobierno de Kirchner, obsesionado por contener el conflicto social buscó en él al piquetero aliado.

D´Elía dio varias señales para ganar confiabilidad.

Primero atacó al ex Presidente Duhalde, responzabilizándolo intelectualmente del asesinato de un militante de su movimiento en el Barrio de la Boca.

El episodio derivó en la toma de la comisaría presuntamente responsable del hecho por parte de DÈlìa y sus acòlitos, aunque luego dio lugar a la retractación por parte de este últmo en lo que se refiere a la responsabilización de Duhalde.

Luego porsiguió con las diatribas de DÉlía contra Duhalde durante la campaña electoral de Cristina Fernández de Kirchner en la Provincia de Buenos Aires, cuando esta última comparaba al ex Presidente con Don Corleone.

Dos acontecimientos produjeron cortocircuitos entre el dirigente piquetero devenido Subsecretario de Vivienda y Hábitat y el Gobierno.

El primero fue cuando organizó una contramarcha en el Obelisco para responder a la última convocatoria de Juan Carlos Blumberg, con resultados por demás adversos.

La segunda fue la vista de DÉlía a la Embajada de Irán tras entrevistarse, según sus propios dichos, con el Embajador Venezolano Roger Capela.

En su propia defensa D´Elía manifestó que tras haber sido destituído el Ex Juez Galeano, por su manejo de la causa AMIA, no se podían reflotar sus hipótesis, basdas en informes de la CIA y del MOSSAD.

Si bien es prematuro opinar sobre un expediente tan complejo y extenso, lo que al menos ha trascendido no deja de darle la razón a D´Elía.

En una recinte nota que el diario Página 12 le realizara al fiscal Nissen y al Encargado de Negocios de Irán en el país, este último refuta punto por punto las afirmaciones del primero que a simple vista no resultan consistentes.

En el expediente judicial se plantean cosas tales como que el entonces agregado cultural de la Embajada de Irán habría concurrido con barba y turbante a una concesionaria de la Avenida Juan B Justo a preguntar por el precio de una Traffic idéntica a la utilizada en el atentado, o que en los días posteriores al atentado se había producido una notoria afluencia de correos diplomáticos anuestro país desde el país Persa.

Este último informe había sido suministrado por la Oficina de Protocolo de nuestra cancillería como un dato "significativo".

Estos razonamientos buscan confirmar un prejuicio que casualmente coincide con los prejuicios del Gran Vecino del Norte, y que también posee buena parte de nuestro propio cuerpo diplomático.´

Esto recuerda a esa extorsiva frase del Ex Presidente Carolos Menem ni bien se produjo el atentado : "Existe semiplena prueba contra la comunidad iraní".

Estas hipótesis siempre obvian la existencia de una "conexión local", y son metafísicas e ideloógicas .Reuerdan a esa antojadiza definición de "fascismo islámico" con la que el Gobierno de Bush engloba fenómenos de lo mas diversos, y justifica sus aventuras en Medio Oriente.

Por otra parte olvidan, que cuando se trata de un delito, existen autores materiales, e inelecutales y partícipes necesarios, pero no países o comunidades enteras responsables, sea cual fuere el carácter que posean los gobiernos que los rigen.

Existe la sospecha de que la partida de DÉlía pone al descubierto otras discusiones mas profundas aún en el seno del Gobierno.

Existe otra sospecha, y esta es que DÈlía no se fue del todo y que apuesta a ser Intendente de La Matanza.

Pero sin incurrir en la chismografía, lo cierto es que lo que esta última provocación del dirigente matancero deja al descubierto son una serie de contradicciones existentes en el gobierno y en nuestro sistema político.

Analizar estas contradicciones es lo único que puede justificar referirse al episodio provocado por el Ex Subsecretario.